domingo, 24 de febrero de 2019

REFLEXIÓN


Argumenta.
El libre cambio a finales del siglo XVIII  gozaba de tentáculos globalizados a través del globo entero; por una parte las colonias funcionaban a favor de la enajenación y uno que otro presagio de la acumulación por despojo debatido por Marx. Mientras tanto en las metrópoli el crecimiento  era incalculable, lo que algunos teóricos llamaban como la primera revolución industrial se componía de mano de obra sobre exagerada y subvalorada en las fábricas, la propiedad privada, la consolidación de estado burgués y los derechos liberales” (Vega,  2007)

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